16 de septiembre de 2011

Mi licuadora y Yo...

Esto que cuento es algo que me sucedió hace mas de un año en casa, paso a contar:

"Y si, el día decantó por si solo mucho antes de llegar la noche y siempre es bueno recordar que cuando las cosas están mal se pueden poner aun peor...
Situación: yo, (como es mi costumbre producida hasta para ir a lavarme los dientes cuando recién me levanto a la mañana), terminaba de preparar el almuerzo de mis hijos pero cuando faltaba solo procesar la salsa para los fideos (porque sino los muy lindos no te la pasan) nos teníamos que enfrentar la licuadora y yo (es que está algo mal en esa máquina) y el momento de apretar el pulsador la primera vez siempre es una incógnita, no se sabe que puede pasar... como era de esperar cuando pulsé el botón, saltó la tapa de la jarra contenedora... creo que el primer chorro de salsa me dió en la cara que todavía me arde cuando me recuerdo ese momento, después la mitad de la cocina y yo incluyendo mi pelo planchado a pesar del día de lluvia, estábamos bañados de salsa cremosa de espinaca y cuando digo cremosa mas bien quiero decir grasosa y penetrante, sobre todo en las telas (mis polera y jean saben a que me refiero). En fin, terminé sirviendo la comida semi desnuda, aunque antes me tomé un tiempo para insultar a la máquina y darle mis condolencias a la cocina por haber perdido tan preciado artefacto (ya que lo sepulté en la basura)... después de todo me reí y medité fué entonces cuando rescaté e hice las pases con la licuadora ya que considere óptimo darnos otra oportunidad porque en conclusn y a pesar de lo sucedido gracias a las dos mis hijos pudieron comer algo que les encantó... Ja ja ja


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